Aunque no soy un experto, se me ocurren varias opciones:
-Registrarlo primero en el registro de la propiedad intelectual. La Ley de Propiedad Intelectual protege también las traduciones, con lo cual para su publicación posterior la fundación necesitaría tu conformidad. En caso de que sea un trabajo por el que te pagan, ellos tendrán los derechos de explotación de la obra, pero tú tienes siempre el derecho a que se te reconozca como traductor.
-Lo que haces: guarda como dices todo los mensajes que intercambiáis, aunque si tienes que meterte en temas legales los correos electrónicos no suelen tener mucho peso por lo fácil que puede llegar a resultar la suplantación de direcciones.
-Mándales el escrito de algún modo que a ti te quede constancia: vía notarial, si tienen un registro general lo entregas allí y te quedas con copia sellada…
Un saludo,
Juan
P.d.: Echo de menos esos robots del spam de sexo con adolescentes, los casinos… 😛